Visita guiada marzo 2023 – «Ruta por el Madrid Medieval»

El pasado día 15 empezamos nuestro recorrido por el Madrid Medieval en la Plaza de Benavente, que alberga uno de los edificios más bonitos y antiguos del centro de Madrid, el Teatro Calderón, que ocupa parte de lo que fue el Convento de los Trinitarios Descalzos. En la misma plaza se encuentra el edificio de la Dirección General del Tesoro, que a finales del siglo XVIII fue la Casa de los Cinco Gremios (sedería, pañería, lencería, joyería y mercería), adquirida después por el Banco de Isabel II que, al fusionarse con el banco de San Fernando, dio origen a la primera sede del Banco de España.

Salimos por Atocha y bajamos a la calle Concepción Jerónima, donde se instaló el primer cinematógrafo en 1905. En el número 15 de la misma calle, estuvo un muy famoso establecimiento con un original nombre, el Mesón de los “Guebos” (no es una errata, se denominaba así), que operó durante… casi 300 años, hasta mediados del siglo XIX. En la actualidad, en este lugar se halla la Imprenta Municipal, con rotulo homenaje a la tipografía. El edificio está custodiado por una escultura homenaje al farolero madrileño, profesión hoy desaparecida.

Seguimos hasta la calle de la Pasa, en la que en el siglo XVIII se encontraba el Palacio Arzobispal, residencia de los arzobispos de Toledo en su paso por Madrid. Al edificio acudían las parejas que querían realizar los trámites para casarse por la iglesia (de ahí el conocido refrán “El que no pasa por la calle de la Pasa no se casa”). El curioso nombre de esta calle viene de la costumbre que tenía un arzobispo de repartir pasas a los mendigos que merodeaban por los alrededores de la vicaría. De hecho, muy cerca, se encuentra el Pasadizo del Panecillo, una callejuela en la que el mismo arzobispo repartía también panecillos todos los días. Este pasadizo se convirtió en uno de los lugares más peligrosos de la ciudad, por lo que fue cancelado con una reja de forja, tal y como persiste en la actualidad. El otro extremo de esta reja, que da a la calle Sacramento, permite apreciar una de las más importantes portadas barrocas de Madrid, parte también del palacio arzobispal.

La Plaza del Conde de Barajas se encuentra en el corazón del Madrid Medieval, y se abre también a la calle de la Pasa. Felipe II otorgó el título de Conde de Barajas a un miembro de la familia Zapata, familia que tuvo allí su casa-palacio y que llegó a ser dueña de gran parte de las casas de la zona. Hoy la plaza es un oasis de tranquilidad en el bullicioso corazón de Madrid.

Seguimos a la Plaza del conde de Miranda, que mantiene parte de la imagen de su antiguo trazado medieval. En esta plaza estuvo el desaparecido Palacio de Cárdenas, conocido como la “Casa de los Salvajes”, en alusión a dos “ogros” esculpidos en piedra colocados en el balcón de su fachada, que daban al palacio un aspecto tan terrible que asustaba a los niños.

En un extremo de la plaza está el Convento de las Jerónimas del Corpus Christi, más conocido como Convento de las Carboneras, cuyo sobrenombre se debe a una imagen de la Virgen de la Inmaculada que fue encontrada en una carbonera y donada al convento.

A pesar de su aparente tranquilidad, en esta plaza se contaba la terrible historia de una mujer que a mediados del siglo XVIII vendía biblias con supuestas propiedades milagrosas. Se extendió el macabro rumor de que las cubiertas de estas biblias estaban forradas con piel… de niños muertos.

Bajando a la calle de San Justo, vemos la Basílica pontificia de San Miguel, antiguamente iglesia de San Justo y Pastor. Monumento Histórico Artístico Nacional, es una iglesia barroca de influencia italiana, con una fachada convexa única en Madrid. Estuvo adscrita a la Nunciatura apostólica, que la confió posteriormente al Opus Dei.

Siguiendo por la misma calle, llegamos a la Plaza del Cordón, en la que se alza la casa del Cordón, palacio de estilo barroco que debía su nombre a un espléndido cordón de piedra que adornaba toda su fachada.

Tomamos la calle del Conde para llegar a la plazuela de San Javier, apartada y recoleta, la plaza más pequeña de Madrid, que fue el escenario que inspiró el primer acto de la zarzuela “Luisa Fernanda”. En uno de los lados de esta plaza estuvo el famoso mesón de San Javier.

Volviendo a la calle Sacramento, en el número 7 se encuentra el acceso al “Huerto de las Monjas”, un jardín encantador, destinado en su momento al cultivo por las hermanas Bernardas, y hoy un remanso de paz.

Y cruzando la calle, encontramos el Palacio de Cañete o del Marqués de Camarasa, cuya construcción comenzó a finales del XVI. Según la “leyenda de la mano cortada”, el marqués murió atravesado por una espada mientras se encontraba reunido con un religioso, que fue declarado culpable y ajusticiado en la horca. Para escarmiento de criminales, se cortó la mano del cura y se colgó en la parte más visible del Palacio. Hoy el edificio sirve de sede del Centro Sefarad-Israel, institución que tiene por objeto el estudio de la cultura sefardí como parte de la cultura española. Cuenta con un gran jardín super-apacible.

En la misma calle, en la confluencia con la calle del Rollo, encontramos el recientemente inaugurado “Monumento a las Víctimas de Mauthausen”, con una enorme escultura poligonal llamada “la Puerta de la Libertad”, y tres grandes columnas, en las que están grabados los nombres de los madrileños deportados a este campo de concentración nazi. Entre los nombres, se incluyen los de personas tan conocidas como Francisco Largo Caballero o Jorge Semprún.

A través de la brevísima calle de Madrid (no tiene ningún número), entramos en la Plaza de la Villa, que en su día era uno de los centros principales de la actividad de la población madrileña. En esta plaza, admiramos 3 edificios:

  • La Casa de Cisneros, una de las casas-palacio más antiguas de Madrid. Construida en el siglo XVI, a instancias de un sobrino del cardenal Cisneros. Tiene el mejor estilo plateresco que se conserva en la capital. Sobre la calle Madrid, existe un corredor volado que comunica esta Casa de Cisneros con la Casa de la Villa:
  • La Casa de la Villa, encargada por Felipe IV para albergar las reuniones del Concejo. Fue sede del Ayuntamiento de Madrid desde su origen hasta 2007, en que la alcaldía se trasladó al Palacio de Cibeles. En su impresionante fachada a la Plaza de la Villa, podemos distinguir dos escudos: uno con la imagen del dragón, antiguo elemento del escudo de Madrid, y otro con la imagen del oso y el madroño, el actual:
  • Casa y Torre de los Lujanes. Edificio gótico-mudéjar del siglo XV, es el conjunto arquitectónico de carácter civil más antiguo de la capital, y fue la residencia de la familia de Luján. Dicen que su torre sirvió para encerrar al rey Francisco I de Francia.

Y aquí terminó nuestro recorrido. Agotados por el gran número de fantásticas historias sobre el Madrid Medieval que nos ha contado nuestro guía, no nos quedó más que rematar el día con unas cañitas en la conocida Casa Ciriaco.

Hasta nuestra próxima ruta!!!.